Severa contaminación en ríos y lagunas
de Tamaulipas
Hace
poco más de once años, Tampico y Madero vivieron una crisis por no tener dónde
tirar los desechos domésticos al clausurarse sus respectivos basureros.

Tampico
y Madero están flanquedos al poniente por el río Tamesí y el sistema lagunero
integrado por el Chairel y la Vega Escondida, el río Pánuco al sur, el Golfo de
México y dentro de la zona urbana se cuenta con los vasos lacustres de El
Carpintero, La Ilusión y Aguada Grande.
Agua de mala calidad
A
pesar de estar rodeada de agua la zona sur del estado no dispone de agua de
calidad, dadas las fuentes de contaminación que la aquejan desde de hace más de
treinta años al grado de que en la actualidad se tiene una capacidad limitada
para tratar las aguas negras que se vierten al río Pánuco. El sistema lagunero
del Tamesí, en especial las lagunas del Chairel de donde se toma agua para el
abasto de Tampico y Madero, recibe descargas de aguas negras, lo que obliga a
la Comisión Municipal de Agua Potable a tomar medidas.
La
zona sur, de acuerdo con la información disponible genera más de tres mil 500
litros de aguas residuales por segundo y a pesar de iniciarse un proceso de
construcción de plantas tratadoras, solo hay dos que operan de manera limitada.
Las
estimaciones son que solo se logra procesar poco más de mil 100 litros de aguas
negras y el riesgo se vierte al río Pánuco que a su vez desemboca en el Golfo
de México que a su vez recibe descargas de estados como Veracruz, Hidalgo,
Querétaro, San Luis Potosí y el propio Estado de México.
Actualmente
opera la planta de la colonia Morelos y Tierra Negra, la primera debería tratar
300 litros por segundo, mientras que la segunda mil 500 pero están faltas de
infraestructura suficiente.
A
la par, el colector Pemex, concebido para tratar las aguas de la refinería
Madero y con capacidad de 900 litros por segundo, nunca ha podido operar debido
a fallas en el proyecto que han derivado en demandas penales por parte de la
paraestatal a la empresa ganadora de la licitación.
A
la par, las ciudades de Tampico y Madero se ven afectadas por escurrimientos de
aguas negras y por hundimientos del terreno por fugas de aguas negras al grado
de que se han tragado unidades motrices pero afortunadamente sin víctimas
mortales.
Basura, problema en ciernes
Hace
poco más de once años, Tampico y Madero vivieron una crisis por no tener dónde
tirar los desechos domésticos al clausurarse sus respectivos basureros que
fueron asentados sobre una parte del sistema lagunar en ambas ciudades.
Grupos
de ambientalistas de la zona han advertido de los riesgos que representan los
exbotaderos de Tampico y Madero que no solo recibieron desechos domésticos
durante décadas sino también biológicos por la falta de regulación en aquellos
años.
Desde
el 2002 la Profepa ordenó el cierre de éstos, sin embargo siguieron operando
varios años hasta concretar la operación de un relleno sanitario, no obstante
no se hicieron grandes inversiones sobre el saneamiento de estos espacios de
varias hectáreas sobre el sistema lagunario del Tamesí en Tampico y la laguna
de El Charro en Madero generando jugos tóxicos como lixiviados que van a parar
al subsuelo además de gases.
León
Hurtado señala que Tampico y Madero están nuevamente en riesgo ya que el
convenio para tirar ahí está por fenecer, a lo que se agrega que por orden de
la Semarnat ese lugar deberá de cerrar sus actividades en dos años y no existe
hasta ahora un acuerdo sobre lo que se hará.
Tampico
genera entre 370 a 410 toneladas diarias de basura, Madero alrededor de 130,
mientras que Altamira, que tiene un deficiente sistema de recolección, solo se
llegan a recolectar alrededor de noventa toneladas.
El
problema se agrava porque los exbotaderos están ubicados en lo que eran lagunas
y se teme que a través del impacto directo de un huracán o tormenta tropical se
genere una inundación y las lagunas absorban los contaminantes ahí enterrados y
ocasione problemas de salud en el sur del estado.
Altamira y Pemex
A
diferencia de Tampico y Madero, Altamira ha afrontado en los últimos años el
problema de contaminación de cuando menos 500 hectáreas de cultivo, así como
zonas de pesca lagunas en los últimos años debido a los derrames de
instalaciones petroleras en la zona.
Algunos
de estos daños han tardado meses en atenderse por parte de la paraestatal,
afectando con ello la vida productiva en ejidos de la región al no poder
realizarse actividades de siembra debido a los brotes de combustibles.
Pemex e industria petroquímica destruye
lagunas en Altamira
La
letra muerta de las leyes ambientales ha dejado como saldo 60 mil hectáreas
agrícolas sin uso y al borde del colapso cuerpos de agua, como el río Tigre,
las lagunas Garrapatas, El Conejo y El Chango.
La
letra muerta de las leyes ambientales ha dejado como saldo 60 mil hectáreas
agrícolas sin uso y al borde del colapso cuerpos de agua, como el río Tigre,
las lagunas Garrapatas, El Conejo y El Chango por las descargas industriales de
la industria petroquímica y derrames petroleros en el sur del estado.
Investigaciones
elaboradas por especialistas del Conacyt, Universidad Autónoma de Tamaulipas y
el propio Centro de Investigación en Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada
(Cicata) Altamira, advierten que en los últimos cinco años, la contaminación
del agua y suelo avanzó en municipios de Altamira y González a causa de la
deficiente vigilancia e inspección de la autoridad ambiental y el
incumplimiento a la protección de la industria y empresas como Pemex, aseguró
José Luis León Hurtado, directivo del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario
del Río Pánuco.
Cuerpos
de agua o humedales que rodean la zona costera del corredor industrial están
destruidos y prácticamente han desaparecido la flora y la pesca, que en otras
épocas daban de comer a familias de la zona, principalmente en las lagunas El
Chango o Conejo y una parte del río Tigre, aseguró.
Aseguró
que esos estudios que se mantienen bajo reserva, demuestran que el agua de esas
zonas es de pésima calidad y amenaza la salud humana si son usadas, porque hay
descargas de distintos tipos de productos químicos, que los tienen colapsadas.
Dijo
que si bien las propias empresas se autoevalúan y determinan su grado de
contaminación, la aplicación de la Ley Ambiental por la Profepa o la Secretaría
del Medio Ambiente y Recursos Naturales ha sido demasiada blanda y tampoco hay
inspección y vigilancia para comprobar si cumplen con la normatividad.
Además,
las constantes fugas de hidrocarburos en líneas o válvulas de Petróleos
Mexicanos se ha sumado a esta destrucción, pues son más de 60 mil las hectáreas
de uso agrícola en los municipios de Altamira y González, donde no existen
programas de recuperación de los predios, ni tampoco indemnización a los
campesinos, criticó.
Amenaza creciente
Dijo
que la llegada de inversiones en materia energética aumenta la amenaza de
contaminación para la entidad y en especial para la zona, lo que reclama que el
Gobierno del Estado y la Federación apliquen acciones para la protección de la
naturaleza.
"Se
está hablando de inversiones millonarias en proyectos petroleros, lo que
aumenta los riegos de destrucción ambiental y toca a la ciudadanía exigir que
el gobierno haga lo suyo y las empresas apliquen medidas para reducir el
impacto a la ecología".
Insistió
que el problema latente del rompimiento del cordón litoral costero contiguo a
las lagunas colapsadas por residuos petroquímicos agravan el riesgo a las
comunidades asentadas en el corredor industrial de Altamira, lo que es un
desafío medio ambiental social y económico que enfrentar.
Cifras
Setenta
derrames de hidrocarburos han ocurrido en suelos agrícolas en seis años en esa
periferia.
La
contaminación industrial afecta ya a los humedales en los ejidos Barberena,
sector Garrapatas, Dulce, Salado Norte, Cañón, Conejo Norte, Conejo Sur y
Chango en la zona costera de Altamira.
Con daño, tierra, aire y agua del sur de
Tamaulipas
La
zona arrastra gran contaminación debido a que no hay control sobre las
emanaciones de la refinación del petróleo y emisiones industriales, dice
experto.
El
sur de Tamaulipas se encuentra severamente afectado por tres pasivos
ambientales que dañan el medio ambiente: la contaminación se presenta en agua,
tierra y aire dijo el ingeniero ambientalista Miguel Ángel Verástegui Cavazos.
Indicó
que en Tampico, el principal generador de contaminación del agua se presenta en
la laguna del Chairel, ya que los estudios que el ecologista ha efectuado,
indican que derivado de las más de 20 descargas de aguas negras, el método de
potabilización que lleva a cabo la Comisión de Agua Potable (Comapa) no es el
correcto, además de ser el más arcaico.
La
referida laguna que es de donde se abastece la Comapa enfrenta serias
complicaciones por la pésima calidad de agua y de acuerdo al método que se
aplica el agua que se toma es difícil de procesar, señaló.
Dijo
que otro de los contaminantes en el Chairel es la infestación de pez diablo que
al ser rechazado por pescadores agrava la contaminación del vaso lacustre.
"La
laguna del Chairel requiere con urgencia de un análisis del agua y no se ha
hecho, es una mala voluntad política porque los titulares de la Comisión
Municipal de Agua Potable no han hecho nada para que se hagan los análisis y
demuestren la problemática de contaminación que ya se está presentando y que
sin duda repercutirá en las familias de la zona conurbada", indicó.
Expuso
que de acuerdo con la medición de la calidad de agua en el estudio de impacto
ambiental realizado por ambientalistas, se constató que existe en la laguna del
Chairel un alto porcentaje de coliformes que son bacterias procedentes de las
heces fecales, situación que agrava la contaminación.
El
segundo pasivo ambiental lo presenta Ciudad Madero con las emanaciones
atmosféricas provenientes de la Refinería "Francisco I. Madero", las
cuales son consideradas de alto riesgo, indicó que cada vez son más intensos
los olores que se perciben en el aire, y las familias de la urbe petrolera han
tenido que soportar esta situación.
Afirmó
que en Altamira, las plantas del corredor industrial, son el principal
generador de contaminación al ambiente y que a pesar de que no cumplen con
límites permisibles para la emisión de gases que señala la Ley General de
Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, autoridades no reconocen que rebasan
las normas ambientales.
Tan
sólo en el centro refinador se ubican 22 plantas procesadoras de productos
petrolíferos, mientras que en la urbe industrial se han contabilizado más de 24
empresas petroquímicas que de igual forma procesan y tienen sus emanaciones
ambientales.
La
emanación de pestilentes olores que a pesar de haberse clausurado surgen del ex
botadero de la colonia Sahop y el Zapote, representan un tercer pasivo
ambiental que han tenido que enfrentar los ciudadanos.
Ambos
basureros no han sido remediados y se corre el riesgo de que los lixiviados
dañen la laguna del Chairel y playa Miramar respectivamente, incluso se
constató que ya están llegando al Chairel justo donde se encuentra la bocatoma
de la Comapa, expresó Verástegui Cavazos.
"Las
autoridades estatales y municipales no han sido conscientes, ya que han
permitido que los tres pasivos ambientales que presentan Tampico, Madero y
Altamira sigan su curso".
Miguel
Ángel Verástegui advierte que es urgente que se inicie un programa de
recuperación de cuerpos de agua, que se sancione a las industrias que
contaminan con sus emanaciones de gases al ambiente y que se proceda con
urgencia en la remediación de los ex basureros, de otra forma se pone en riesgo
la salud de las familias que habitan en esta parte de Tamaulipas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario